Noticias de Médicos Sin Fronteras:
- "Hambre y desnutrición no es lo mismo"
La desnutrición no solo se define como la ingesta insuficiente de alimentos o de alimentos no apropiados sino también como la respuesta del organismo a un amplio rango de infecciones debido a la mala absorción de los nutrientes o su incapacidad para usar estos nutrientes para mantener una buena salud.
Clínicamente se caracteriza por una inadecuada toma de proteínas, energía y micronutrientes (como por ejemplo las vitaminas) que frecuentemente provocan incidencias de infecciones o desórdenes del organismo.
- "Síntomas de desnutrición en el 20% de los niños"
Cuando esto sucede el cuerpo empieza a consumir sus propios tejidos para sobrevivir. Pero aún fue más alarmante detectar en estos niños de Singapur una altísima tasa de desnutrición severa.
Cabe destacar que pese a todos estos sucesos nombrados anteriormente, un alto porcentaje (90% aprox.) de estos niños se curan.
*Como resumen de esta noticia, podemos decir que se necesitan más recursos para salvar la vida a estos niños desnutridos.
Noticia de: Revista Digital ( el siglo de Torreón).
Fecha de edición: Martes 13/02/2007.
"Sobrealimentación: el fracaso de desayunos escolares"
En México, los desayunos escolares que reparte diariamente el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia(SNDIF) a los 5.6 millones de niños que viven en zonas de alta y media marginación del país no han servido para abatir la desnutrición que se padece en estos lugares, porque están hechos con alimentos que no proporcionan una adecuada calidad nutricional.
Más que un desayuno, son un refrigerio, que si bien ayuda a la alimentación, no combate la desnutrición, de acuerdo con una investigación que realizaron expertos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
Este hecho, destacan los análisis, adquiere relevancia si se toma en cuenta que 30 por ciento de los niños mexicanos que viven en zonas indígenas y rurales está desnutrido, mientras que en el medio urbano este porcentaje se ubica en siete por ciento, por lo que este mal continúa siendo un problema grave de salud pública.
Mientras que en América Latina países con menos recursos que México, como Cuba, Chile y Costa Rica, que tenían el mismo problema, han acabado con él gracias a la aplicación de programas adecuados.
Los estudios del instituto revelan que un niño desnutrido reduce su capacidad física y mental, además presenta deficiencia inmunológica, lo que repercute que tenga mayor cantidad de infecciones y padecimientos.
Desnutridos y obesos
Entre las conclusiones de este análisis, el más reciente con que se cuenta en la materia, se recomienda a las autoridades del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, prestar especial atención para que el desayuno escolar no se convierta en un factor promotor de la sobrealimentación infantil.
Y es que la evaluación hecha a los desayunos escolares que reparte el DIF nacional, advierte la necesidad de replantear el reparto masivo de estos alimentos, porque resulta redundante al incluir a niños que desayunan en su casa, llevan lunch y dinero para comprar alimentos.
Este diagnóstico revela que el 85 por ciento de la población escolar urbana y rural (beneficiaria de los desayunos escolares) lleva dinero para comprar dulces y refrescos en la escuela, lo que genera un mercado de comidas “chatarra”, en detrimento de la salud infantil.
Una investigación realizada en 27 estados de la República confirmó que los desayunos escolares están muy lejos de ser un factor que genere una mejor nutrición en los niños y se pudo observar que tal y como lo documenta el estudio del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMN) Salvador Zubirán, existe un problema de sobrealimentación debido al alto consumo de este tipo de comidas, incluso expedidos dentro de las propias escuelas.
Adolfo Chávez Villasana y Abelardo Ávila, autores la evaluación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, han alertado acerca de la necesidad de revertir esta situación, porque ahora no sólo se atiende a niños desnutridos, sino obesos por la falta de una buena alimentación desde sus primeros años de vida.
Este análisis a los desayunos escolares elaborado por el Instituto y el DIF nacional fue aplicado a 4.5 millones de niños de nivel escolar primario, así como una encuesta a 7500 familias en 2004.
La misma destaca que 76.1 por ciento de los beneficiarios de este programa (de un total de 5.6 millones de niños en edad escolar) desayunó en su casa antes de asistir a la escuela y el 28.4 por ciento trae algo de su casa para comer en la escuela.
En tanto que 85 por ciento del total de los beneficiarios recibe dinero de su casa para comer en la escuela.
Niños sobrealimentados
En sus resultados, este análisis destaca que 47.8 por ciento del total de los niños encuestados tiene tres opciones de desayuno, mientras que 29.2 por ciento tiene cuatro opciones (desayunan en su casa, en la escuela con los desayunos DIF, llevan lunch y sus papás les dan dinero para comprar en las cooperativas de sus planteles), pero aún así, existen 50 mil niños que van a la escuela y que no desayunan.
“Son los más pobres de los pobres, pero a pesar que en sus planteles educativos se proporcionan los desayunos escolares, ellos no los consumen por diversas causas, entre ellas religiosas o porque no tienen la cuota que deben pagar”, expresó el médico Abelardo Ávila, quien participó en esta encuesta promovida por las autoridades del DIF nacional, de la Administración pasada.
Los alimentos que les dan a los niños en el desayuno escolar DIF impera más la leche, las galletas, las leguminosas, y en menor escala las verduras y las frutas. De acuerdo con este diagnóstico, la calidad nutricional de estos desayunos que se ofrecen a los niños en las escuelas antes de iniciar la jornada escolar es de 74.2 por ciento, por lo que para los especialistas, este desayuno “es más bien un refrigerio”.
En este sentido, nutriólogos de diversas entidades del país consultados en la investigación, coinciden con los resultados del estudio del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición y señalan que no son desayunos ideales, ya que están enriquecidos con demasiados carbohidratos y grasas saturadas.
Entre las recomendaciones que arroja el diagnóstico del INCMN y que fueron presentadas al DIF nacional, resalta la necesidad de elevar las porciones de desayunos calientes, que se distribuyen en zonas de alta marginación, porque son más completas y variadas en sus alimentos que los desayunos fríos.
Hace hincapié que el programa de desayunos escolares puede ser un instrumento de gran importancia para el mejoramiento de la situación nutricional de los niños mexicanos, a condición de que se corrijan sus deficiencias y se reoriente de acuerdo con las circunstancias de un país que ha experimentado una acelerada transición epidemiológica y alimentaria en los años recientes.
“Desayuno o refrigerio”
Los expertos recomiendan a las autoridades de este organismo precisar claramente los objetivos específicos de los desayunos escolares en los diferentes contextos, ya sea como un recurso alimentario esencial en las zonas de alta marginación o como un refrigerio que complemente la calidad nutricional del desayuno en casa, con el fin de asegurar las condiciones cotidianas de alimentación para un adecuado aprovechamiento escolar.
En sus conclusiones, este estudio también afirma que los desayunos escolares del DIF nacional, en todo caso deben ser elementos que contribuyan al desarrollo de hábitos alimentarios saludables en el marco de una cultura del autocuidado de la salud y estilos de vida recomendable.
También señala que se debe poner la máxima atención en el tipo y calidad de los alimentos que constituyen las raciones escolares, no sólo en cuanto a su composición nutrimental, sino también en cuanto a la promoción del consumo de una dieta completa, variada, inocua, saludable y equilibrada.
De igual forma, advierte dicho estudio, es importante educar el sentido del gusto en los infantes mediante la reducción de edulcorantes y saborizantes, contenido de sal y grasas saturadas.
De ahí que los expertos recomienden reorientar el programa de desayunos escolares poniendo énfasis en la calidad e integralidad del programa, más que en la cantidad de desayunos repartidos y niños beneficiados, lo que significa poner un mayor énfasis en la calidad de los componentes alimentarios, cumplir con las disposiciones de la Norma Oficial Mexicana para la Orientación Alimentaria, articular un sistema de vigilancia epidemiológica de la nutrición para la detección oportuna de riesgos y daños en la población beneficiaria, así como contar con sistemas de evaluación externa que permita certificar la calidad de los insumos, estructura, procesos y resultados.
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